“La Épica del Despertar”
Por: Yunior Bolaños Rodríguez
Desde el susurro del alba despierta cada día el sueño de una generación que ha comprobado el verdadero amor del ser humano. Ese que sufre a tu lado, llora a tu lado y en un sentimiento sincero encuentra la palabra que lo hará libre.
Una generación que ha nacido en el corazón de un pueblo que ha sabido caminar y llevar en sus brazos las ansias de justicia de toda la humanidad, desde la salvia que brota de Fidel; un Fidel que es Cuba, América, Mundo, pero es más, es analogía de un pueblo encarnado. Esa, que ha sabido donarse en tantos rincones de este maravilloso planeta en el que nos ha tocado vivir y que no se cansa de decirnos que vale la pena el sacrificio por todos los seres humanos que conformamos esta maravillosa familia que es la humanidad.
Ningún camino ha sido fácil para los héroes de esta épica batalla, su trayecto se ha de conformar por el lienzo que hebra a hebra fue tejido por las manos que labran la tierra, que educan a los retoños de una nueva era y dan consuelo desde la almohada a los sueños que merecen ser concebidos.
He aquí la valía de nuestros galenos, esos que encuentran en el logro emancipado de la vida resguardada y protegida del otro, su mayor hazaña quijotesca; cuando enfrentan a los molinos que mutilan las historias que debieron ser contadas por las canas que en lágrimas y versos llevaron a los hombres y mujeres de esta historia a ser lo que son hoy, seres que se complementan en la palabra que demuestran que existimos y debemos ser reconocidos.
Ahí está la obra imperecedera de una Cuba que se resume en la sapiencia de su Revolución, su regalo para el mundo ha de ser el regocijo del bien ofrecido y la gracia del amor entregado a tantos Pueblos; siendo justos en un mundo que frecuentemente es cruel; y sí, ésta generación ya ha visto demasiado y no teme ver al mercader imperial a los ojos; ese que habita en el norte, y se esconde detrás de una administración y sus lacayos que supeditan la vida al capital financiero internacional en detrimento de la vida de tantas personas que merecen ser reconocidas en su libertad; por el mero capricho de creerse dueños del mundo. Pero que no sabe o se niega a reconocer que hay una nueva generación de hombres y mujeres en el mundo, una que no porta armas futuristas, su uniforme es un símbolo de la paz, su avituallamiento va dentro de sí; su arma más potente, es su mirada y su palabra consoladora; pero aun lleva un secreto en su interior que pocos han visto; sólo aquellos que se han sentido salvos entre sus brazos pueden dar fe de esta obra altruista.
Ahora si la obra solidaria esta culminada, Héroes y Mártires se han sentado a la mesa; y no precisamente en una última cena; sino como caballeros medievales que ciñen su espada ante el ataque de un verdugo silencioso que atenta contra la humanidad, pero su ataque ha de perecer ante la rosa que está en la mano del que con su fragancia ha de despertar a la humanidad con las fuerzas titánicas para luchar una batalla más; y vencer.
Nuestra eterna gratitud a todos los galenos que con su mágica prosa consuelan y enaltecen los corazones de tantos pueblos del mundo en el legado histórico de un Fidel que es liberación y supo poner a Cuba en lo más alto de su convicción como pueblo. Gratitud esta que se multiplica en el aplauso que el imperio norteamericano no puede esconder ni obviar, ese que comienza en un sentimiento y palpita incesante en cada corazón, pero no culmina ahí, su sonido se hace a la luz en las lágrimas de agradecimiento que gotean cual lluvia que ha de nutrir en valores la epifanía humana en el dulce consuelo de saberse protegido.