UN GRAN SUSTO EN LOS ESTADOS UNIDOS: SANDERS

Qué susto Por:

David Brooks

19 febrero 2020

Bernie Sanders canta victoria en las elecciones primarias demócratas.

Todos, los más ricos y sus representantes en el gobierno, los autoproclamados expertos, los
principales comentaristas e “influenciadores”, ni hablar de la realeza política y sus servidores,
están muy asustados.

Quién sabe qué tanto dure el susto. Algunos pronostican, o desean, que muy poco; otros
argumentan de manera impresionantemente torcida que el que tiene cada vez mayor apoyo
popular es, pues, una amenaza al país (desde sus orígenes se ha planteado que demasiada
democracia es peligrosa), otros insisten en que se requiere de una “alternativa” más “elegible”
(a pesar de que según las encuestas, este es en los hechos el favorito entre el electorado) y que
urgen propuestas políticas más “pragmáticas” para poder ganar la elección presidencial (a pesar
de que esas mismas fueron derrotadas la última vez).

¿Y quién es la amenaza tan potente? Pues, un viejo de Brooklyn con la consigna de un ya basta con el control del uno por ciento más rico, y que convoca a una “revolución política” para
rescatar a esta supuesta democracia, y peor, que se atreve a declararse “socialista
democrático”.

Después de su triunfo en Nuevo Hampshire a principios de la semana pasada, y de conseguir la
mayoría de los votos en Iowa una semana antes, y que ahora por primera vez está en primer lugar en el promedio de las principales encuestas nacionales, Bernie Sanders es el líder de la
contienda para ganar la nominación presidencial del Partido Demócrata.

Ante ello, pánico y alarma estallan en la cúpula del partido y sus patrocinadores, con una
búsqueda cada vez más desesperada para la «alternativa” centrista a Sanders, incluido uno de los hombres más ricos del planeta, quien abiertamente está buscando comprar la corona demócrata, y también el trono del poder en Washington.

No sorprende que ni un solo ejecutivo en jefe de las principales 500 empresas en la lista de
Standard & Poor’s ha contribuido a su campaña. Lloyd Blankfein, ejecutivo en jefe recién
retirado de Goldman Sachs, comentó la semana pasada que si gana Sanders provocaría un
desastre económico. Como varios comentaron, al ex banquero aparentemente se le olvidó
que fueron él y sus socios en el sector financiero quienes provocaron la peor crisis económica desde la Gran Depresión, en 2008, y cuyo banco fue uno de los rescatados con billones de
dólares en fondos públicos. “Esto es como se ve y suena el pánico de la élite de Wall Street”,
respondió el jefe de campaña de Sanders, Faiz Shakir.

Les asusta que 7 millones de donaciones por más de 1.5 millones de individuos, la contribucionesen promedio es de 18 dólares, siguen entregando más fondos a Sanders que todos los otros
candidatos.El sector de donantes más grande de Sanders son maestros/maestras, seguido de
enfermeras y trabajadores de Walmart, Starbucks y carteros, entre otros.

Les asustan los jóvenes, sector que suele participar poco, pero que cuando lo hace cambia todo el
tablero electoral, y quienes ahora son el arma más potente del candidato más viejo

Les asusta una campaña conformada de una coalición multicultural y multirracial que refleja el futuro del país: el candidato de origen judío de clase trabajadora tiene un jefe de campaña musulmán (¿qué opinarán los grandes analistas antisemitas?), a Nina Turner, dinámica líder afroestadunidense, a Carmen Yulin Cruz la ex alcaldesa de San Juan, Puerto Rico, el
diputado federal Ro Khanna, Analilia Mejía, entre otros.

Y por supuesto el proyecto político presentado por Sanders, centrado en el gran tema de la
desigualdad económica, así como una reforma migratoria inmediata para proceder con la
legalización de los indocumentados y poner alto a las medidas antimigrantes, seguro de salud
universal, educación superior gratuita, un New Deal Verde, y la restauración de derechos civiles
para todos.

Cornel West, intelectual público, profesor de filosofía y religión en Harvard y activo en la campaña, comentó recientemente: “estamos ante una escalada del neofascismo en el mundo, y tenemos
que hacer nuestra parte dentro del imperio de Estados Unidos al declarar que estamos
comprometidos con los pobres y los trabajadores… y por eso estamos con Sanders”.Qué susto.

(Tomado de La Jornada)

http://www.cubadebate.cu/opinion/2020/02/19/que-susto-2/#.Xk2DWDRpnIU