por Pedro Martínez Pírez
Demoledora ha sido la respuesta de la Cancillería cubana ante la decisión del gobierno golpista de Bolivia de suspender las relaciones diplomáticas de ese país con Cuba.
Quien lea detenidamente la Declaración del Ministerio cubano de Relaciones Exteriores comprueba que las autoridades golpistas no deberían hacer recaer sobre Cuba la responsabilidad por su decisión de suspender las relaciones diplomáticas entre ambos países, pues la hostilidad, las ofensas y las mentiras fueron las bases de sustentación de la política anticubana surgida a raiz del golpe contra el Gobierno constitucional de Evo Morales.
A lo largo de la declaración de la Cancillería cubana queda demostrado que Cuba ha actuado con paciencia y con prudencia, en defensa y protección de sus nacionales y ha evitado la confrontación a pesar de la actuación reprochable de los golpistas, que desplegaron una feroz campaña de mentiras y tergiversaciones contra Cuba, en particular contra la cooperación médica cubana, que incitó públicamente a la violencia contra el personal médico de la Mayor de las Antillas.
Las autoridades golpistas realizaron allanamientos y registros brutales, ilegales e injustificados, formularon acusaciones falsas y practicaron detenciones de colaboradores cubanos.
Recuerda la Cancillería cubana que desde el mismo inicio del golpe funcionarios del gobierno de los Estados Unidos ejercieron presiones en Bolivia para imponer el deterioro de las relaciones con Cuba, perseguir a los médicos cubanos, acosar a los diplomáticos y abortar la cooperación médica en beneficio del pueblo boliviano. Cooperación que se inició en 1985 mediante la donación por Cuba de tres salas de cuidados intensivos para hospitales pediátricos, y que registra a lo largo de los años más de 77 millones de consultas médicas, un millón y medio de intervenciones quirúrgicas, asistencia a más de 60 mil partos, y medio millón de cirugías oftalmológicas, además de la graduación en Cuba de más de 5 mil jóvenes médicos bolivianos.
El Nuevo Herald de Miami difundió, pero rápidamente retiró de su portada, un despacho de la agencia española EFE, en el cual se admite que la suspensión por Bolivia de relaciones con Cuba marca uno de los episodios más graves en la diplomacia en América Latina en años, con el trasfondo de un acercamiento cada vez mayor del gobierno interino boliviano a Estados Unidos.
Y puntualiza la agencia EFE: “además de acabar con la relación intensa que mantuvo Evo Morales con Cuba en sus casi catorce años en el poder, en los que Bolivia recibió ayudas como los cientos de médicos cubanos enviados cada año, ahora de vuelta a su país, en medio de esta crisis diplomática”.
Y agrego yo: crisis diplomática que tiene su origen en la subordinación total de los golpistas a la política anticubana de Washington. Los mismos que a raiz del golpe fascista vandalizaron el monumento a José Martí en la ciudad boliviana de Santa Cruz.
La Habana, 27 de enero de 2020.