El maléfico hechizador de la tribu, vuelve a sus andanzas
José Luis Méndez Méndez* Especial para Resumen Latinoamericano
La contundente denuncia de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, Uneac, en contra de las difamaciones del mercenario de la pluma el multilaureado peruano Mario Vargas Llosa, travestido en español desde 1993, hace recordar sus relaciones estrechas con la Iglesia de la Unificación presidida por Sun Myung Moon, mejor conocida internacionalmente como la Secta Moon, de oscuros desempeños en muchos países.
Esta organización religiosa lo apoyó en sus aspiraciones presidenciales de 1990 en su nativo Perú, cuando en representación del partido Frente Democrático, PREDEMO[1], aspiró a la presidencia del país.
Vargas Llosa, prometió a CAUSA Internacional, una de las organizaciones de Moon, facilitar su entrada a Perú, a cambio de respaldo político y económico en las elecciones. La secta estaba interesada en abrirse paso en ese país, como lo había logrado en Colombia, República Dominicana y Jamaica.
El referente anterior a este pequeño favor pedido por Vargas Llosa a Moon, fue su participación junto a francés Jacques Soustelle, uno de los intelectuales más importantes de la constelación de colaboradores internacionales de Moon, cuando este convocó a la VI Conferencia Mundial de Medios de Comunicación, Soustelle fue uno de los presidentes del encuentro, celebrado en Cartagena, Colombia, junto al entonces peruano Mario Vargas Llosa y Germán Arciniegas, el periodista colombiano. Los tres le dieron lustre al evento y consolidaron el nexo con el religioso sudcoreano.
Uno de los reclamos al infausto hombre de letras tarifado, es que no se haya pronunciado por lo que acontece en Chile en la actualidad, no puede hacerlo, primero por convicción política y por otra causa de fuerza mayor.
Quien desgobierna a Chile hoy, lo premió en el año 2010 con la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral y al año siguiente lo congratularon con el título de Doctor Honoris Causa, por la Universidad Andrés Bello.
Su compromiso es profundo, en el 2017, el maléfico suministró su apoyo a las aspiraciones presidenciales de Piñera, por medio de un video que fue difundido en rede sociales.
Sobre quien, a su orden, se masacra hoy al pueblo chileno, entonces dijo: “Quisiera exhortar a mis amigos chilenos a que votaran por Sebastián Piñera. Fue un excelente Presidente y estoy seguro que lo volverá a ser”.
Llegó a más en su genuflexión: “Será bueno que sea Sebastián Piñera el próximo Presidente de Chile, no solo para Chile y los chilenos, sino que creo que lo será para toda América Latina”.
Con estas palabras el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa entregó su respaldo al candidato presidencial de Chile Vamos, sólo 48 horas antes de las elecciones. Con estas referencias es imposible que pueda alzar su pluma y voz, no está calificado moralmente para hacerlo.
Al mismo tiempo otras figuras cumbres del neoliberalismo, del cual es promotor el impresentable escritor, añadieron su respaldo: El ex presidente de Argentina, Mauricio Macri y el ex jefe de Estado de España, José María Aznar.
Recordar que el rey Juan Carlos I, le otorgó el Marquesado de Vargas Llosa, título nobiliario creado mediante el Real Decreto 134/2011, de 3 de febrero de 2011, expidiendo la correspondiente Real Carta de Concesión. El heredero actual del título es su primogénito Álvaro, también tarifado escritor, defensor de las peores causas y enemigo de todo lo progresista.
Con tales referencias, el abjurado hechicero, manipulador de cándidos lectores, ha decidido sumarse a la difamación de la actual administración republicana contra Cuba, no le interesan los sesenta años de cruel bloqueo, que sufre el pueblo cubano, tampoco las amenazas que se ciernen sobre su natal América Latina, causa repulsa, pero también tristeza que un encumbrado hombre de letras, al llegar al ocaso de su vida tanga que venderse al mejor postor imperial.
La Habana, 11 de diciembre de 2019
(*) Investigador y escritor cubano, miembro de la UNEAC
[1] Creado por el propio Vargas Llosa en 1988, junto a otros partidos que se le sumaron.