EVO. «MIENTRAS HAYA VIDA, HABRÁ LUCHA»

En entrevista con los medios mexicanos Proceso y La Jornada, el ex presidente boliviano entregó detalles sobre el golpe de Estado en su país.

Regina Reyes. Periodista. Ciudad de México. 04/12/2019. Evo Morales Ayma llegó a México el 13 de noviembre. Se concretó ese día el asilo humanitario que le otorgó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, después del golpe de Estado orquestado por los militares y la derecha.“Estamos muy agradecidos porque el Presidente de México y el pueblo boliviano me salvaron la vida”, aseveró el ex presidente de Bolivia. En las pocas semanas que lleva en este país, Morales concedió varias entrevistas. Entre ellas, a los medios mexicanos Proceso y La Jornada, que permitieron tener apreciaciones claves del ex mandatario sobre lo ocurrido en su país, la gestión de su gobierno y las fuerzas ultraconservadoras que están operando.

“Mientras tengamos vida, sigue la política y sigue la lucha. Duele, estoy triste pero fuerte”, le dijo al periodista Mathieu Tourliere de Proceso. “Caí en la trampa. Si el nombre del golpe está en la embajada de Estados Unidos, el apellido es litio”, enfatizó ante el periodista Miguel Ángel Velásquez del diario La Jornada. A él le dijo: “Fue un golpe totalmente diferente. En verdad espero que no sean todas las fuerzas armadas las que hayan participado, sino los comandantes. Usan a las fuerzas armadas para meter balas al pueblo”.

A Tourliere le confesó sobre el General Williams Kaliman, quien le pidió que renunciara como Presidente, dando el pase a la asonada golpista. “Yo no sé si (hubo) plata del imperio o si es una cuestión de clase. El 7 de agosto el general (Kaliman) cuestionó los programas de la derecha, se declaró antiimperialista. Y de la noche a la mañana cambia. Yo tuve varias reuniones con él y me dijo: ‘Si quiere que las fuerzas armadas salgan a las calles, con decreto’. Le dije: ‘No voy a hacer eso’. Y ahora, para la derecha sin decreto matan”.

El ex mandatario enfatizó que “no traicionaron a Evo, sino al pueblo, a este proceso de cambio; si el mando militar lo ha decidido, ese mando pasará a la historia negra”.

En la Jornada, Evo Morales, a pregunta expresa de si los ejércitos en América Latina son garantes de la democracia, sostuvo que “estoy convencido de que no son garantes. Apoyan las políticas neoliberales. Están con los sectores oligárquicos. Eso sorprende. Las fuerzas armadas tenían una buena imagen. Lamentablemente esas buenas imágenes se van al tacho”.

“No sólo son racistas, también son fascistas”

Agregó que “mi peor delito es liberarnos, no solamente en la parte social y cultural, no solamente en la parte ideológica, política, sino también en la parte económica. El crecimiento de Bolivia sorprende a todo el mundo. Se han implementado programas sociales, algunas políticas económicas que no quiere Estados Unidos; como a ellos les encanta el imperialismo y el capitalismo. Ese es el pecado que tiene Evo, el presidente del campo”.

¿Para quién es delito ser indígena en Bolivia?, le consultó el reportero de Proceso. “Para estos grupos oligárquicos, para la clase alta, este grupo que ostenta el poder económico; aunque no todos”, replicó el primer Presidente indígena en esa nación.Agregó que “algunos empresarios industriales, importadores y exportadores, sobre todo (…) no quieren que como Estado industrialicemos nuestros recursos naturales. No sólo el litio: estamos con los hidrocarburos, estamos con el hierro, en la minería con metálicos y no metálicos”.

Morales Ayma indicó que “no sólo son racistas, también son fascistas. ¿Por qué fascistas? Quemaron sedes sindicales del movimiento campesino e indígena; quemaron casas de las autoridades. Hay hermanos diputados, gobernadores, dirigentes sindicales que llorando me dicen: ‘Hermano presidente, voy a hablar contra vos para salvar a mi esposa’ o ‘voy a renunciar -y renunciaron- para salvar mi casa’”.

Enfatizó que “no aceptan que los movimientos sociales, que el movimiento indígena pueda cambiar Bolivia; sectores de clase media, grupos fascistas, racistas, ahora golpistas, no aceptan que los indios puedan hacer historia, y buena historia, para Bolivia. Sigo convencido de que hemos sido gobierno y presidente de la mejor Bolivia de nuestra historia”.

A Miguel Ángel Velásquez le planteó que “pasamos de un Estado colonial a un Estado plurinacional con una economía plural, donde el Estado encabeza la inversión, acompañado por el sector privado, pero también por los sectores asociativos como cooperativas, empresas comunitarias, familiares. Los primeros años de nuestra a gestión, los privados no lo aceptaban. Estuvimos desahuciados, pero como nuestro modelo económico empezó a crecer, ellos mismos tuvieron que reconocerlo. Algunos empresarios me dijeron: ‘Presidente, con su proceso hemos mejorado nuestra economía, hemos crecido, mejor que con muchos partidos de derecha’”.

En la entrevista a Proceso recalcó: “Por primera vez en la historia de Bolivia, de los 13 años de nuestro proceso de cambio, seis años tuvimos el primer lugar en crecimiento económico de Sudamérica. Antes Bolivia sólo era primera en pobreza; ahora lo es un crecimiento y en muchos rubros más”.