VÍCTOR MAYORGA MIRANDA 6 OCTUBRE2019 La situación política en nuestro país está jodida y nos encontramos en medio de una crisis política planeada por la mafia aprofujimorista y contados oportunistas que fracasaron en su política obstruccionista e intento golpista congresal y que podía tener cualquier otra salida ante el dubitativo accionar del Presidente Vizcarra (como lo señaló el semanario Hildebrandt en sus trece del pasado viernes 27/09/19), que felizmente revirtió el 30 de setiembre con la disolución del Congreso. Esta medida presidencial es respaldada por las organizaciones sociales, laborales, estudiantiles y campesinas a través de la movilización ciudadana como único camino que tienen para exigir el combate firme a la corrupción, la exigencia de una democracia participativa, la creación de puestos de trabajo entre otros. Veamos algunos aspectos de esta crisis: En lo político: Luchar y defender una democracia participativa La alianza conservadora del aprofujimorismo y otros serviles individuales y remedos de bancada parlamentaria se sintieron ganadores con el archivo del proyecto presidencial de reforma constitucional sobre adelanto de elecciones generales; y como quiera que el Presidente Vizcarra no actuó con el hígado, sino con la razón y mejor análisis de la nueva situación; los repudiados congresistas que alcanzaron una victoria pírrica -ensoberbecidos por el silencio presidencial- escalaron su soberbia a niveles insoportables que la ciudadanía percibió, criticó y se movilizó. En el contexto de esta crisis deliberadamente planeada, el expresidente del Congreso Pedro Olaechea, conspicuo representante del sector ultra conservador del empresariado peruano (CONFIEP, SIN, etc.) y aprovechando la coyuntura, quiso imponer un Tribunal Constitucional títere, vacar al Presidente de la Republica, designar, como lo hizo, en el colmo del ridículo, presidente temporal o encargada a Mercedes Araoz, burda imitación del títere Guaidó, en la Patria de Bolívar. Este proyecto ultraderechista del sector más reaccionario del empresariado nativo y de sus instrumentos políticos: Fuerza Popular, APRA, APP, etc., se presentó de manera brutal, sin tapujos ni animo de construcción de consensos, que reclamaban personalidades, gremios, instituciones que no fueron escuchados. Su respuesta fue llevar adelante contra viento y marea la elección fraudulenta de miembros del Tribunal Constitucional, el maltrato al ex-premier Salvador del Solar, a quien buscaron responsabilizar por ejercer la facultad constitucional de intervenir oralmente en el Pleno del Congreso. Mostrando de esta manera el cinismo en la imposición de sus pretensiones. En el escenario actual las fuerzas democráticas, progresistas, revolucionarias debemos tomar conciencia que no estamos muertos, o en el basurero de la historia, sino seguimos siendo una opción, una alternativa a la derechización, al neoliberalismo, a la imposición de la cultura imperial. Basta a esta caricatura o farsa de democracia. Avancemos a una democracia participativa. Este proceder debe prevenirnos de lo que ocurriría si acceden al control del gobierno. Tener en cuenta lo que viene sucediendo en países como Argentina, Brasil, Ecuador. En el ámbito legal En estos días se ha generado un intenso debate jurídico-constitucional y sobre el Reglamento del Congreso de la Republica entre constitucionalistas. También fueron requeridos determinados rábulas. Las dos posiciones jurídicas que están sobre la mesa se circunscriben entre responsabilizar de la actual crisis al Presidente Vizcarra por haber presentado el proyecto constitucional de adelanto de elecciones y otros que todo lo realizado por Vizcarra se ha realizado en el marco constitucional. Personalmente considero, que esta crisis planeada deliberadamente, es responsabilidad de la mayoría congresal conservadora y anticomunista. Ellos han violado el Reglamento del Congreso. Pregunto: El debate y trámite que se le dio al Proyecto de Reforma Constitucional de adelantar las elecciones generales ¿fue el correcto? Del análisis de este tema, concluiremos la responsabilidad de quiénes planearon la crisis. Veamos: Para realizar reformas de la Constitución Política debe definirse si estamos ante una Constitución rígida o flexible. El constitucionalista y jurista Riccardo Guastini (2001) en su libro “Estudios de Derecho Constitucional” establece la siguiente diferencia: “la Constitución rígida prevé un procedimiento de reforma constitucional más complejo que el procedimiento legislativo ordinario”; y la Constitución flexible “consiente la reforma constitucional a través del procedimiento legislativo ordinario”. La Constitución de 1993 en el art. 206 regula que el Presidente de la República tiene iniciativa de reforma constitucional y que toda reforma constitucional debe ser aprobada por el Congreso con mayoría absoluta. (Entiéndase Pleno) El artículo 72 del Reglamento del Congreso establece el procedimiento para aprobar leyes de carácter general y resoluciones legislativas. La aprobación de estas leyes está sujeta al procedimiento legislativo señalado en el artículo 73 del Reglamento ya referido. El artículo 81 del acotado Reglamento establece que para el debate y aprobación de proposiciones de ley que no se refieren a materia común, está sujeto a reglas propias. Las leyes de reforma de la Constitución no pueden someterse al procedimiento legislativo común, es decir, remitir a una comisión. No puede seguir este trámite porque no es un proyecto de ley que regule una materia común sino el de una reforma parcial de la Constitución. En consecuencia, si la Constitución y el Reglamento del Congreso disponen que una propuesta de reforma constitucional debe ser aprobado por mayoría calificada del Congreso, la propuesta del Ejecutivo -sobre adelanto de elecciones- no debió remitirse a la Comisión de Constitución, sino debatirse en el Pleno. La mafia fujiaprista ha tomado el congreso como si fuera su chacra, y hace tabla rasa de la Constitución y del Reglamento del Congreso. Ahora ponen el grito al cielo y acusan al gobierno como chavistas, izquierdistas, comunistas, terroristas, y pretenden ensalzar, como lo hace el APRA, al ex-Presidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez -que cumpliendo sin dudas ni murmuraciones las órdenes del FMI el 27 de febrero de 1989- reprimió brutalmente al pueblo y ordenó al ejército disparar a la multitud con un resultado de más de 1000 muertos en 4 días. Es hora de democratizar radicalmente la democracia |
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