Hoy en la 74 sesión de la Asamblea General de la ONU ha quedado grabado en la memoria y televisado en directo ante el mundo la mentira, la calumnia y la agresión del gobierno más poderoso de la tierra y sus obedientes lacayos. Con alevosa impunidad, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, manipuló nuevamente las palabras democracia y libertad en su odio imperial hacia Cuba, Venezuela y Nicaragua. Su desprecio a nuestros pueblos se sintetiza en su frase “Estados Unidos primero”, la misma que inspiró la doctrina Monroe para volver a colonizarnos.
Jair Bolsonaro, el ultraderechista mandatario de Brasil, mintió con alevosía profiriendo calumnias sobre la cooperación médica cubana. Atacó a Venezuela y su legítimo gobierno, minimizó el incendio de la Amazonia, ocultó la verdad sobre su origen y la imperdonable inacción de su gabinete, llegando al máximo del ridículo al insinuar que la responsabilidad es de los pueblos originarios.
El excapitán del ejército devenido presidente le dijo al mundo que la Amazonia ahora es propiedad de su gobierno, ya no es Patrimonio de la Humanidad. Mintió alevosamente también sobre la disminución de la violencia en Brasil. El primer hecho violento es la injusta cárcel de Lula.
De enero a agosto, durante los primeros 6 meses de su mandato 1249 personas fueron asesinadas de acuerdo a la que denuncia hoy la sección de Río de Janeiro de Amnistía Internacional. Una estadística que no es de todo el país. Hace sólo dos días las balas de la policía terminaban con la vida de la pequeña Ághata Félix de tan solo 8 años de edad. Ághata murió por ser una niña negra, por vivir en una favela. Su discurso “Brasil para el mundo” constituye una vergüenza para todos los latinoamericanos.
Y luego habló Mauricio Macri, quien cenaría con Trump mientras miles de argentinos duermen en las calles y tuvo que declararse emergencia alimentaria para que no sigan muriendo por inanición. Tras auotoelogiar su gestión por “dejar atrás una etapa de confrontación con el mundo”, vemos con una mezcla de dolor y espanto como entregó Argentina a los fondos buitre y al FMI convirtiéndola en el país con la mayor deuda del mundo. Su alarde por Malvinas llega tarde, como quien quiere despedirse con la decencia que carece. Pero el cínico Macri también habló de libertad y democracia para fustigar a Venezuela.
Mientras ellos estaban en la ONU, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunciaba hoy un nuevo paquete de medidas contra Cuba y Venezuela: La inclusión en la lista de los denominados Nacionales Designados Especialmente (SDN, por siglas en inglés) de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de embarcaciones y entidades encargadas del transporte de petróleo de Venezuela a Cuba. “EE.UU. continúa tomando medidas enérgicas contra el antiguo régimen ilegítimo de (Nicolás) Maduro y los malignos actores extranjeros que lo apoyan. Los benefactores cubanos de Maduro proporcionan un salvavidas al régimen y habilitan su aparato represivo de seguridad e inteligencia», dijo el secretario del Tesoro Steven T. Mnuchin.
En la lista aparecen tres navieras de Panamá, una de Chipre y cuatro barcos panameños. “Con la medida adoptada este martes, a estas entidades y buques le serán bloqueados por la OFAC todos los bienes e intereses de su propiedad, así como cualquier entidad de la que sea accionista en EE.UU. También, se le prohíbe a los estadounidenses cualquier trato con las propiedades sancionadas”. Dicen sin inmutarse desde el país que pretende darnos lecciones de democracia y libertad.
Esta nueva agresión extraterritorial e ilegal, se suma a las que viene realizando desde junio el gobierno de EE.UU con el recrudecimiento del bloqueo y la aplicación del título III de la Ley Helms-Burton. Entre otros:
Prohibición de viajes en grupo de carácter educativo, cancelación de licencias a los barcos de recreo, pasajeros y cruceros. Fuertes sanciones a las compañías navieras de origen extranjero que trasportan petróleo desde Venezuela a Cuba.
Esto ha provocado enormes dificultades en el transporte y el consumo eléctrico, afectando directamente al pueblo cubano. A ello se suman los obstáculos bancarios, la limitación de los envíos de dinero de emigrados a sus familias, reduciendo a mil dólares cada tres meses las remesas familiares.
Como parte de la escalada de agresiones de Estados Unidos a Cuba, el 19 de septiembre fueron expulsados sin razón alguna dos diplomáticos cubanos acreditados ante la ONU, y se restringió aún más, el absurdo límite de movimiento al que están obligados los diplomáticos cubanos.
Es en este contexto de agresiones sin tregua, que suben la escalada al criminal bloqueo que se aplica contra Cuba desde hace seis décadas, que del 1 al 3 de noviembre se darán cita en La Habana intelectuales, activistas, movimientos sociales y amigos solidarios en el Encuentro Antiimperialista de Solidaridad por la Democracia y contra el Neoliberalismo.
Desde aquí se levantará la voz alta y clara por la Libertad de Lula, por la vida y la paz en Venezuela, contra la injerencia imperialista a la región, por el ALBA de nuestra América morena y el futuro de dignidad que merecen nuestros pueblos.
A la arrogancia y prepotencia imperial de Trump, Bolsonaro y Macri, a la impunidad de Almagro y su ministerio de Colonias, a la atrocidad de Abrams, Pompeo y Rubio, hagamos sentir bien fuerte en esta tribuna internacional de solidaridad: Los pueblos primero, la Solidaridad Internacional Primero!
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