Cubadebate ELAM: Ejemplo de solidaridad, por la sonrisa de los pueblos del mundo Por: Abel Padrón Padilla, Karina Rodríguez Martínez Las puertas de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) se abrieron este dos de septiembre para recibir a una matrícula de más de 1 200 estudiantes. Con los medios preparados en cada escenario educativo, la literatura docente actualizada y un claustro, que se distingue por su estabilidad y constante superación, los educandos tendrán un curso de calidad superior. Tamara Torres Fernández, vicerrectora del Área Académica señaló que los estudiantes de nuevo ingreso ascienden a 400 procedentes de 80 países. “Estos estudiantes comienzan con el plan de estudios E, este les permite una formación como médicos capaces de atender problemas de salud en cualquier parte del mundo”.Ronal Bedoya Duran, uno de los 200 estudiantes colombianos que ingresan este curso a la ELAM, explica que el origen humilde de su familia le quitaba toda posibilidad de estudiar medicina. “Siempre tuve la vocación de estudiar esta carrera y cuando me enteré de esta oportunidad no lo dudé ni un minuto. Para mis padres resultaba imposible pagarme los 14 millones de pesos que cuesta un semestre de medicina en Colombia”. Ahora Ronal está enfocado en superarse para poder volver a Balboa Cauca, el pueblito donde vive su familia para ayudar a todos lo que lo necesiten. Una historia similar cuenta Cristian Garzón Jurado, del municipio Uribe, departamento Meta. “Vengo de una zona golpeada por el conflicto, donde el sistema de salud es malo y hay un déficit de medicinas. Por eso quería tanto esta beca para venir a estudiar a Cuba, de esa manera puedo desarrollar una labor con la comunidad”.“El principio básico que debe primar en los estudiantes de ciencias médicas es la formación de valores como la responsabilidad, el respeto, el humanismo, la solidaridad, pero sobre todo el internacionalismo. La docencia no solo comprende la preparación desde el punto de vista académico, sino el proceso docente-educativo en su totalidad. Deben ser profesionales capaces de formarse en respuesta de las demandas sociales no solo de sus países, sino del mundo”, añadió Torres. La ELAM surge a raíz de los huracanes que azotaron de forma violenta a Centroamérica. En ese momento, el Comandante en Jefe Fidel Castro, dispuesto a colaborar con los países que fueron dañados, concibió una nueva forma de ayudarles por siempre. No solo enviaría personal cubano hacia los lugares afectados, cumpliendo una misión internacionalista, sino que creó una universidad para preparar a los profesionales que en el futuro cuidarían por la salud de esos pueblos De esa forma lo expresó Fidel en el discurso ponunciado en la clausura del XII Foro Nacional de Ciencia y Técnica, en el Palacio de las Convenciones el día 21 de noviembre de 1998: (…) no limitarnos a enviar 2 000 ó 2 500 ó 3 000 médicos; hay una cosa más importante y es que junto a la oferta de enviar médicos hemos ofrecido un programa de formación de médicos centroamericanos en Cuba. Uno de sus fundadores, Víctor Díaz Ferán recuerda cómo una academia naval en solo tres meses se convirtió en esta universidad de medicina. Díaz Ferán ahora se desempeña como funcionario de Relaciones Internacionales y como parte de su labor ha recibido a cerca de 80 mil visitantes. “Las personas no vienen a ver una universidad, sino a aprender de un concepto diferente de solidaridad”, afirmó. La vicerrectora señaló como los principales retos para este nuevo curso: la reacreditación de la carrera por la junta de a acreditación nacional y la informatización y virtualización de la docencia. “Tenemos concebida una plataforma digital y se trabaja para garantizar que el curso inicie con aulas virtuales habilitadas. Hemos realizado convenios con universidades como la UCI y el ‘Varona’ para fortalecer la informatización de la Elam”, agregó Torres Fernández.Tamara Torres, vicerrectora de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), en La Habana. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate Las actividades académicas se conjugan con otras de corte extensionista que tienen gran aceptación entre los estudiantes, y que además se nutren de la diversidad cultural de los mismos. “Esta es una carrera compleja que lleva muchas horas de estudio y sacrificio, pero los estudiantes también desarrollan actividades de extensión universitaria no solo artísticas, sino deportivas, cine debates, espacios de diálogo e intercambio, donde interactúan sobre diversos temas”, destacó Josue Gómez Perdomo, director del Departamento de Trabajo Educativo. Inicia otro septiembre y la Elam reabre sus aulas, dispuesta a seguir cumpliendo sus ideas fundacionales. Al finalizar este curso prevén graduar 225 estudiantes de 62 países, para ascender así a la cifra histórica de 30 mil egresados de más de 100 países en apenas dos décadas, jóvenes doctores formados en la mayor de las Antillas, embajadores del internacionalismo y la solidaridad, para impulsar una mejor atención de salud en los pueblos del mundo |