AFRICA EN LA MIRA DEL GOBIERNO DE ESTADOS UNIDOS

Por Patricio Montesinos

África fue hasta hace algunos años el continente olvidado para los regímenes de turno de Estados Unidos y sus más fieles aliados europeos, sin embargo hoy está peligrosamente en el colimador del imperio de Washington, desesperado por mantener su hegemonía global económica y militar al precio que sea necesario, ante la fuerte competencia que enfrenta de potencias como China y Rusia, y otras emergentes como la India y Turquía.

En su empeño por continuar dominando el mundo, que para nada disimula, EE.UU ha aumentado su presencia castrense y “diplomática” en el denominado continente negro con el propósito de intentar detener a los países que considera sus adversarios, y que ya tienen grandes inversiones en numerosas naciones africanas.

A diferencia de sus “contrincantes”, Washington juega sucio y procura minimizarlos e imponerse en la fuerte competencia económica-comercial sin proyectos para el desarrollo, sino todo lo contrario, a costa de la desestabilización política de la región, exacerbando las divergencias étnicas y sociales, y alentando la violencia.

Para nada invierte en programas que beneficien a los pueblos África, ah, eso sí en la supuesta formación de futuros “lideres”, claro, que respondan después a sus intereses hegemónicos, y en nombre de la “democracia y los derechos humanos made in USA” subviertan el orden en sus respectivos países.

Con ese objetivo otorga becas a jóvenes en territorio norteamericano, a las que mal nombra Nelson Mandela, el histórico luchador antiapartheid y gigante africano que el Pentágono y la Casa Blanca mantuvieron en su lista de ciudadanos terroristas, incluso mucho después de convertirse en el primer presidente negro de Sudáfrica en 1994.

EE.UU emplea los mismos métodos de subversión en todas las regiones del planeta con el propósito de dividir y enfrentar a pueblos, políticos y gobernantes, y materializar su máxima de a río revuelto ganancia para el imperio.

Esa fórmula maquiavélica, vieja, pero reciclada y engañosa, es muy empleada en la actualidad por Washington en África, y principalmente en aquellas naciones donde sus autoridades y poblaciones optan por defender su soberanía, y escogen libremente los países con los cuales les resulta más beneficioso estrechar los vínculos económicos y comerciales bilaterales.

Es ingenuo creer que EE.UU esté verdaderamente interesado en la “democracia y los derechos humanos” de cualquier nación del mundo, y menos aún del hasta hace poco continente olvidado.

La guerra económica y comercial que protagoniza Washington contra las históricas potencias internacionales y las llamadas emergentes es sin duda alguna la causa principal de su marcado interés hoy por África, y por supuesto controlar las vastas riquezas naturales de esa región.