BRASIL. ENTRE LA PROTESTA, Y EL MIEDO

Entrevista a Ricardo Antunes, profesor de la Universidad de Campinas (SP), Brasil

En Brasil hay un descontento muy grande, pero también miedo a perder el empleo

Mario Hernandez

Rebelión / La Maza

Mario Hernandez.- Un paro general de 45 millones de trabajadores, actos en 380 ciudades el pasado 14 de junio. ¿Qué me podes comentar?

Ricardo Antunes.- Fue un movimiento importante, fue la primera huelga nacional desde la de abril de 2017. Aunque no paró completamente al país, lo más importante fue que paralizó muchos sectores importantes, en algunas capitales cerraron completamente el transporte público, en educación también. Hubo paro en muchos sectores bancarios, hubo paralización en sectores obreros industriales como metalúrgicos y otros.

Creo que por primera vez se conjugaron el movimiento obrero y el sindical contra la reforma previsional y, por otra parte, el movimiento de los estudiantes y profesores contra la precarización de la educación. Podría haber sido una huelga más fuerte, pero hay una importante negociación en el Parlamento brasileño y la tentativa de hacer cambios para volver menos perversa la reforma previsional. Estas mutaciones son parte de la presión popular, porque el conjunto de la reforma del gobierno de Bolsonaro apunta a terminar con las jubilaciones públicas en Brasil.

Otro elemento importante que altera la situación política brasileña, es que The Intercept de Brasil hizo público un conjunto de muchas conversaciones entre el ex Juez Moro y el fiscal a cargo del juicio a Lula que evidencian un plan para condenarlo a pesar de que las pruebas fueran insuficientes. Claro que eso cambió un poco la coyuntura brasileña [1].

En resumen, fue un paro muy importante a nivel nacional, algunos sectores pararon por completo, otros parcialmente y se abrió la posibilidad de un nuevo movimiento en un próximo período. La cuestión que se plantea ahora es la siguiente, si la propuesta que está siendo preparada por el Parlamento en relación al sistema jubilatorio, será capaz de continuar teniendo la oposición de todas las centrales sindicales o si aquellas centrales sindicales más conservadoras, tradicionales dejarán de apoyar una nueva huelga general porque intenten negociar algo con el Parlamento, a raíz de una propuesta no tan negativa en relación a la legislación previsional.

Mario Hernandez.- Todo esto en un contexto donde Brasil crecerá menos del 1% este año.


Ricardo Antunes.- Ese es un elemento importante, inclusive para analizar la huelga. La economía brasileña está paralizada en un proceso de recesión. La burguesía, las clases dominantes ya saben que 2019 es un año muerto, no habrá crecimiento, por el contrario, cada mes la situación es más negativa y nefasta que el mes anterior.

Por un lado, una masa de casi 15 millones de trabajadores y trabajadores desocupadas, más 5 millones desempleados por desaliento, suman 20 millones, más unos 9 millones en situación de subempleo. O sea, Brasil tiene un 30% de su población económicamente activa sin trabajo más un 7/8% subempleado, trabajando en la informalidad o precariedad. Esto alimenta el descontento en relación a la tragedia económica que está siendo gestada por el gobierno de Bolsonaro.

Pero por otra parte, hay trabajadores y trabajadoras que sí están trabajando y tienen miedo de hacer huelga, porque las empresas amenazaron con echar a quienes participen de las huelgas. Por un lado hay un descontento muy grande pero por otro también hay mucho miedo de perder el empleo que es muy difícil de conseguir.

Mario Hernandez.- Como sociólogo te quiero preguntar por la muerte de Marta Harnecker.

Ricardo Antunes.- Marta Harnecker debe ser considerada en dos o tres dimensiones, primero es inevitable decir que es responsable de una producción muy importante en los años ´70 especialmente de la divulgación del marxismo. Una mujer cuya formulación marxista era muy didáctica y permitió que muchos comprendieran el marxismo del francés Althusser de una forma más didáctica. En este punto era una mujer que ayudó mucho a la divulgación del marxismo como socióloga y pensadora.

Por otro lado es importante señalar que Marta, a quien conocí personalmente y con la que pude conversar en varias oportunidades, hacía cierta simplificación, una vulgarización que empobrecía un poco la magistral contribución marxista que como sabemos es muy compleja, científicamente muy calificada y muchas veces su simplificación puede incentivar una lectura de tipo dogmática del marxismo.

Pero es importante decir que fue una militante de la izquierda socialista, muchas veces tuvo en Brasil encuentros con los trabajadores sin tierra (MST), de sindicatos y encuentros de pensamiento social marxista. En síntesis, perdemos un nombre digno y corajudo del pensamiento latinoamericano, lo que no significa que comparta su lectura y su concepción, según mi lectura tenía un acercamiento muy althusseriano de Marx. Era una mujer combativa e importante, perdemos una mujer del marxismo pero su marxismo es sujeto de muchas críticas y polémicas.

Nota

[1] Moro habría orientado a fiscales del Lava Jato sobre cómo contestar argumentos de Lula y su defensa luego de una declaración en el juicio hecha por el ahora detenido ex mandatario, sobre la necesidad de rebatir afirmaciones y exponer públicamente, a través de una nota de prensa, “contradicciones” del ex presidente en la declaración en el juicio.

El artículo 8º del Código de Etica de la Magistratura brasileña establece reglas para la imparcialidad de los magistrados, entre ellas mantener una distancia equivalente de las partes y evitar comportamientos que puedan reflejar favoritismo o prejuicios.

Moro “debe entregar sus celulares, los de los fiscales y pedir licencia”, afirmó a través de twiter el senador Renán Calheiros, del centrista Movimiento Democrático Brasileño.

Al respecto, el presidente Bolsonaro sostuvo que solo deposita toda su confianza en su padre y en su madre.

Moro fue entrevistado por Clarín de Argentina el pasado 2 de junio y allí se le preguntó si no se sentía incómodo por ser ministro de Bolsonaro, quien se vio favorecido por la proscripción de Lula. A lo que responde que la decisión la tomó en junio de 2017 y fue invitado a asumir el cargo un año y medio después. Más adelante señala que: […] en Brasil la cuestión de la persecución política fue utilizada como una coartada. En lugar de discutir las pruebas se discute entonces la integridad de los jueces, del Ministerio Público. En realidad, lo que se debe ver es lo que hay como pruebas y responder sobre las pruebas” (sic).

La Orden de Abogados de Brasil (OAB), la institución madre de los letrados brasileños, y la única que hace de Colegio y otorga las matrículas para ejercer la profesión, clasificó como “grave episodio” el espionaje ilegal de conversaciones privadas entre Lula y sus defensores en la investigación por la causa del Lava Jato. Por lo menos 14 horas de conversaciones entre los representantes legales y su defendido fueron utilizadas como informes en la causa por la cual fue condenado inicialmente a 12 años y un mes de cárcel.

La denuncia sobre la pinchadura fue presentada por el abogado Pedro Henrique Viana Martínez, quien asegura haber visto los informes en el despacho de la 13ª Circunscripción Federal de Curitiba, entonces a cargo de Sergio Moro, ahora ministro de Justicia de Jair Bolsonaro.

En su momento el caso lo tomó el ministro Teori Zavascki, relator de la causa en el Supremo Tribunal de Justicia, quien recriminó a Moro. El actual ministro dijo que hubo un error en la intercepción con otro número telefónico. Zavascki murió en un accidente de avión en 2017. La información grabada ilegalmente sirvió de base para la condena de Lula. (Nota del editor)

https://www.rebelion.org/noticia.php?id=257632
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