INSTIGACIÓN CRIMINAL DEL DIARIO EXPRESO EN PROYECTO TÍA MARÍA
Vladimir Cerrón
Con frecuencia el poder mediático pone contra las cuerdas a las autoridades peruanas. Esta vez el derechista diario Expreso, en su edición del 23 de junio, emplaza al Presidente de la República con el siguiente titular “¡Presidente Autorice Tía María!, ¡Es Su Obligación!”, claro está que el mencionado diario no tiene responsabilidad de gobierno.
Aduce un magro pretexto que la urgencia sería el vencimiento del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) en agosto del año en curso y que la pobre empresa, de no empezar operaciones, tendría que invertir otro monto similar en un nuevo estudio. Todos sabemos que el EIA que realizan nuestros gobiernos regionales no son vinculantes, salvo si tienen el visto bueno del Ministerio de Energía y Minas que no es más que el vocero de la CONFIEP y de la Sociedad Nacional de Industria, Petróleo y Minería. Asimismo, la zonificación económica y ecológica presentada por nuestros gobiernos regionales, siempre son modificadas al interés del empresariado nacional y foráneo, con lo que concluimos que este EIA no tiene legitimidad.
A voz en cuello pregonan que este proyecto creará 4,200 durante los próximos 20 años, como si fuera superior al autoempleo de miles de campesinos que tendrían que abandonar sus tierras si se contamina el agua y sus tierras. Está demostrado que la minería no crea más puestos de trabajo que la agricultura.
Culpan al gobierno nacionalista de Humala de haber detenido el ciclo de explotación del cobre al haber cedido en los proyectos de Conga y Tía María. Gran error que aún no aprende la derecha, en realidad los que impidieron que se exploten esos yacimientos no fue el gobierno, sino el pueblo organizado que defendió sus tierras y el medio ambiente.
Refieren que, si no se explotan los minerales, sobre todo el cobre, aumentará la pobreza y la desnutrición, pero si hacemos un recuento breve veremos que los proyectos como Cuajone, Yanacocha, Toromocho, Antamina, Marcona, etc., después de sus explotaciones no han sacado a ningún pueblo de la pobreza, ni siquiera a una comunidad, por el contrario, le han dañado su fuente de vida, sus tierras y sus aguas, intoxicándolos además con metales pesados en sangre, generando grandes daños económicos y sanitarios. Ese es el “éxito” heredado del capitalismo.
Pero si esta actividad minera continúa galopante y solo vemos perdedores, es preciso también identificar a los ganadores. Efectivamente, la empresa transnacional se lleva fácil el 70% de las ganancias tras la venta de nuestros minerales y el 30% es entregado al Estado peruano en impuesto a la renta, porque muchas empresas están exoneradas del canon y regalías hasta por diez años. Es decir, a la comunidad andina que le saquean la riqueza no le toca nada, en otras palabras, tras la explotación, la comunidad llega a una conclusión de que está lidiando contra dos privados, la empresa y el propio Estado.
Así el Estado está constituido en realidad por personas que tienen intereses personales y no sociales, menos patrióticos. Quieren hacernos creer que lo que es bueno para ellos, también es bueno para nuestros pueblos, utilizando para ello la artillería mediática escrita, hablada, televisada y digital.
En esta afrenta no han considerado siquiera el antecedente histórico de la aguerrida Arequipa que no se quedará atrás de Cajamarca donde se abortó el proyecto Conga y su circuito de cobre.
Si el Estado fuera más inteligente debiera en primer lugar, cambiar la Constitución neoliberal, revisar los contratos ley, invertir el reparto de utilidades mineras y darle directamente un buen porcentaje a las comunidades del área de influencia, haciendo que los mismos busquen mejores condiciones de vida, se dediquen a otras actividades y vigilen constantemente el cuidado medioambiental, salvo mejor parecer.
Motivos por el que invoco al diario Expreso a no instigar una matanza, tratando de empezar la explotación del proyecto Tía María en el Valle de Tambo, pues el pueblo se defenderá y nosotros estaremos a su llamado.