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¿Qué es la perversidad? Parafraseando a Aristóteles: “ es la actitud sonreída, motivada por intereses mezquinos, de ocasionar daño a otros, utilizando todas sus argucias, inteligencia y marrullería”.
La antropología y la neurociencia nos dicen que es inherente al ser humano desde aquellas oscuras épocas de la manada y el macho alfa, cientos de miles de años, cuando nuestro cerebro no alcanzaba todavía ni los mil gramos, ahora pesa en promedio 1600, y uno de los papeles de la formación de la corteza cerebral y de los mecanismos de integración funcional, es justamente eso, controlar los impulsos límbicos o primarios: la pasión y el miedo, la huida o la lucha, que nos han permitido sobrevivir como especie, pero que limitan la capacidad de expansión del territorio físico y virtual, salir de las cuevas, la real y la imaginaria, dejar de ser pollitos asustados y alaraquientos para convertirnos en la especie más evolucionada de la tierra, es una conquista cognitiva que nos ha permitido conquistar todo a nuestro alrededor y estirar nuestra capacidad de transformación hasta las estrellas, aunque nuestros brazos midan menos de un metro.
Lamentablemente nuestra evolución tecnológica y cultural no ha ido de la mano de nuestra evolución moral, el poder de los impulsos límbicos son muy fuertes y se imponen sobre la razón, demasiadas palabras han rodado para tratar de explicarlo, desde Grecia, Roma, Arabia, China, India, etc., nuestros filósofos han girado gran parte de su obra en tratar de entenderlo y hacerlo entender, han fracasado, asistimos en estos momentos al fracaso de la evolución cognitiva humana, esa que creo las petroglifas abstracciones de Altamira, los números, los alfabetos, los iconos, las categorías, las variables de análisis, la democracia, etc., todo al tacho de la basura de la historia, por obra y desgracia de los impulsos límbicos primarios utilizados por los perversos, por los acumuladores compulsivos que decidieron que ellos están por encima del resto, que tienen más derechos que toda la comunidad porque tienen el poder de manipulación del conocimiento y la fuerza, sometiendo a la naturaleza y sus dinámicas espontaneas a sus pies, aplastando el matriarcado, las sinergias, las armonías, la colaboración y complementación comunitaria, etc., etc., aprovechando la evolución cognitiva y la civilización para sus mezquinos intereses bajo la bota de la manipulación de las emociones, característica esencial del fascismo.
Podríamos decir que la humanidad vive una fase de imperialismo fascista o fascismo imperialista, recolonizador en nuestra región, que se mueve y prospera fácilmente dentro de la hegemonía cultural blanda que han sembrado exitosamente y los condicionamientos caracteriales desarrollados desde hace miles de años, de generación en degeneración, pero que usaran su hegemonía dura cuando vean peligrar sus privilegios.
Por todo ello, una acción verdaderamente revolucionaria solo puede enmarcarse en la lucha por imponer el bien y la razón de las mayorías sobre el impulso inconsciente, la lógica colectiva sobre el absurdo totalizante, la razón sobre la pasión sin anularla, adecuándola, revalorizar el papel regulador de la corteza sobre los impulsos, que no pueden ser negados, anestesiados o disfrazados como pretenden algunas religiones, acción que solo produciría más perversidad, como lo explicó Freud, solo que se manejen bajo la regulación de la corteza y de los circuitos integradores, tal y como debería suceder en la vida republicana, que las enormes fuerzas que componen la sociedad: productivas, militares, etc., se subordinen al poder central del pueblo consciente organizado , llámese este: estado popular, poder comunal, procesador cibernético comunitario, etc., en un marco de democracia directa y efectiva, que solo puede nacer de la participación consciente e informada de toda la colectividad, tarea nada fácil en especial luego de este proceso degenerativo de las dinámicas personales y comunitarias que sustentan el actual estado de cosas.
Aterrizando y aplicando en el plano más local, los perversos no son Trujillo o Moreno y sus decisiones, si observamos con más detenimiento, ellos solo cumplieron y cumplen una agenda nada espontanea, el perverso sabe que está haciendo daño, el tonto útil cree que cumple un papel trascendental, que no entiende pero le complace, todo está planificado al milímetro en laboratorios de guerra. Perverso es quien los usa aprovechándose de su perfil psicológico narcisista, de mediocres que nunca han resaltado por sus méritos propios pero que les encanta destacar, figurar, condición propia de los impotentes, mostrar poder externo ante la incapacidad o discapacidad de tener poder propio interior, rasgo caracterial también de los prepotentes en la acumulación originaria sumada a la ambición personal de disfrutar de privilegios sobre las mayorías, tal vez al finalizar la época recolectora de la humanidad en que empezaron a escasear los recursos y que se ha hecho ley moral tacita perturbadora en el orden actual del mundo.
Toda forma de odio irracional nos regresa a la manada y boicotea los valores de la tribu, podemos sentir rabia, desprecio, asco, por un personaje que ha hecho tanto daño irresponsablemente, pero este sentimiento debe estar basado en razones, no solo impulsos, sin olvidar las complejas dinámicas de las que hace parte, que el enemigo está mucho más arriba o mucho más abajo de acuerdo a cada perspectiva, pero que fue un ejecutor utilizado, igual que Moreno y compañía, de un plan global de dominación supremacista, sino seguiremos chocando con la misma piedra y con el mismo árbol una y otra vez, en un círculo de venganza que solo le sirve al gran poder manipulador, ese que quisiera que otra vez ofreciéramos sacrificios sangrientos para luego ir y ponernos de nuevo nosotros mismos y de buen agrado nuestras apreciadas y añoradas cadenas.
Conócete a ti mismo y conocerás a los demás, si no logramos desentrañar la ciencia detrás de nuestros comportamientos, seguiremos siendo solo piezas que mueven a su antojo utilizando todos los medios creados para el efecto, nos conocen inmensamente más de lo que nosotros nos conocemos, por eso el 1% seguirá dominando al 99% con tanta facilidad, solo que algunos empiezan a salir lentamente de esa lógica, como Venezuela, Vietnam, China, Rusia, Cuba, etc., estos últimos con alrededor de 60 años de proceso revolucionario y aun padecen los efectos de la deformación caracterial y social, pero continúan y son en este momento la piedra en el zapato de los imperialistas criminales, esperemos que junto a Venezuela y otros, se transformen en el ladrillo que lo acabe de derrumbar como paso necesario en la necesaria construcción de un mundo mejor posible.
Jose Ariza
Red por una Psicología Nuestroamericana
CONACOIP Ecuador, Comité Ecuatoriano de Solios.
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