Miles de bolivianos de los cuatro puntos cardinales del país llegaron al aeropuerto internacional ‘Soberanía’, ubicado en el municipio de Chimoré, a 194 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, con banderas de franjas azules, blancas y negras en alto, colores del Movimiento Al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP), que inició la campaña electoral del presidente Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera, rumbo a los comicios del 20 de octubre próximo.
Una inmensa caravana de hombres, mujeres y niños peregrinó durante más de dos horas y media desde la localidad de Shinahota, hasta donde cientos de movilidades quedaron varadas en la vía principal de acceso a Chimoré, distante a 10 kilómetros, debido a la gran afluencia de movilidades en las que se transportaban las personas que se dirigían al proclamar al Presidente en el marco de una fiesta convocada por la Coordinadora Nacional por el Cambio y la Central Obrera Boliviana (COB), aliada del MAS-IPSP desde 2006.
La caminata bajo el sol abrasador que calentó el ambiente hasta cerca de los 30 grados centígrados, no desanimó a quienes se transportaron desde departamentos altiplánicos, como La Paz, Oruro y Potosí, tampoco a quienes viajaron desde el sur, es decir Tarija, Chuquisaca, o los del norte, Pando y Beni, menos a los que recorrieron sendos kilómetros desde la vecina Santa Cruz o los propios cochabambinos.
«Somos más de 500 personas que venimos a apoyar a nuestro hermano Evo, porque él trabaja para los pobres», manifestó el mallku Ascencio Mamani con notable cansancio y acalorado por la ropa de tejidos multicolores hecha de lana de oveja, típica de la región de los ayllus del norte potosino, donde la temperatura es menor a cinco grados centígrados, en algunas épocas del año.
Los amautas del occidente del país ofrecieron una «k’oa», también denominada mesa, que contiene hojas de coca, alimentos dulces y otros productos que son quemados en un altar para darlos como ofrenda a la Pachamama (Madre Tierra) y a todas las deidades andinas, para pedir su protección y bendición para los candidatos, con el objetivo de que salgan triunfadores en la contienda política, prevista para octubre.
La proclama estalló el júbilo del millón de militantes del gobiernista MAS, de los movimientos sociales, indígenas y campesinos, además de profesionales y proletarios, profesores y mineros que se congregaron en los cinco kilómetros donde se instalaron 20 pantallas gigantes y decenas de altavoces.
Mineros, campesinos, fabriles, petroleros, maestros, deportistas, estudiantes y discapacitados expresaron su lealtad al Presidente boliviano, quien en los últimos 13 años logró reducir la pobreza y la desigualdad con políticas de atención a los sectores más necesitados, además de programas sociales implementados con recursos generados por la nacionalización de los recursos naturales y recuperación de las empresas estratégicas.
«Hermano Presidente, aquí está su pueblo. Este es el pueblo que dice sí tiene que continuar como presidente, hermano Evo», gritó Pedro Enríquez oriundo del chaco tarijeño, quien ponderó la nacionalización de los hidrocarburos por el impulso registrado en esa región sureña del país.
Con música de los grupos folklóricos Arawi y Valeno, Chimoré se convirtió en el epicentro del despegue de la campaña boliviana para las elecciones presidenciales pautadas en cuestión de cinco meses. El mitin se inscribió como el más multitudinario de la historia electoral de Bolivia, por congregar según el Presidente a «más de un millón» de personas que vitorearon «Evo otra vez» haciendo retumbar esa región considerada como el bastión del MAS.
La masiva concentración que marcó el inició de la campaña demostró el músculo político del gobernante camino a su cuarta postulación presidencial, contó asimismo el concurso de representantes de organizaciones sociales y políticas de países de la región.
Morales exaltó, durante un vibrante discurso en el mitin, uno de los más masivos de la historia política del país, los logros de sus 13 años de gobierno, entre otros el crecimiento sostenido de la economía, la industrialización de los recursos naturales, lo que implica la superación de la tradicional y repudiado Estado extractivista y la inédita, hasta 2005, vertebración carretera del país.
«Evo amigo, Bolivia está contigo» fue otro de los estribillos coreados por miles en la planicie del aeropuerto, donde no sólo se vieron trajes típicos de todas las regiones del país, sino también danzas, bandas con bombos, trompetas y platillos y grupos autóctonos con pututus y tambores, además de batucadas conformadas por jóvenes miembros de las «juventudes del MAS».
En un encendido discurso, el Presidente agradeció la gran concentración y afirmó que llegó un millón de bolivianos para defender el Proceso de Cambio porque Bolivia tiene mucha esperanza. «Antes (…) decían que un millón te rechaza Evo, imagínense ahora, aquí está un millón para defender su proceso, aquí está Bolivia para defender la revolución democrática y cultural porque tenemos resultados, hemos demostrado al mundo que Bolivia tiene mucha esperanza», aseveró.
«Hermanas y hermanos estamos convencidos que este proceso es imparable, es un camino sin retorno», afirmó el Jefe de Estado quien llegó a esa concentración en una motocicleta que transitó por un túnel de militantes que alzaron sus banderas, aplaudieron y le gritaron «Evo, Evo».
Al término de su discurso, Morales junto al vicepresidente Álvaro García Linera y los ministros de Estado ondearon las banderas del MAS al ritmo de la canción «Somos más» de Arawi que en su coro dice «MAS, MAS, MAS somos MAS a someternos nunca más»./Rdc/ABI/CMY