STALINGRADO
Diario El Mundo, España 08-05-2019
Vladímir Vladímirovich Putin proclama que el destino de «todo el mundo» se decidió en Stalingrado
«El destino de la patria, de todo el mundo, se decidió entonces en Stalingrado. Aquí surgió el carácter indestructible de nuestro pueblo, que luchó por cada casa, por la vida de sus hijos. Defendió Stalingrado y salvó la patria», dijo durante el acto conmemorativo.
Putin aseguró que ese acto de resistencia, la capacidad de sacrificio y la fortaleza espiritual del pueblo ruso fueron «auténticamente invencibles, insuperables, incomprensibles y terribles para el enemigo» alemán.
Recordó que los nazis habían invadido casi toda Europa y se creían invencibles, pero «fueron derrotados por vez primera en las afueras de Moscú».»Seguidamente, avanzaron hacia el Volga para tomarse la revancha fuera como fuera. Pero nuestro país se volvió un escollo indestructible para el enemigo. Fue el irreductible Stalingrado», dijo.
Después se reunió con los veteranos de la considerada como la batalla más sangrienta de la historia, de los que menos de 300 aún viven en Volgogrado.
«Siempre nos enorgulleceremos de vuestros logros», dijo y prometió que las próximas generaciones aprovecharán su legado de «amor por la patria» y defensa de su independencia.
Putin hizo una ofrenda floral en la Sala de la Gloria Militar del memorial de Mamáev Kurgán, una colina presidida por la gigantesca estatua de la Madre Patria, y guardó un minuto de silencio en recuerdo de los soldados soviéticos caídos.También depositó flores en la tumba del general soviético Vasili Chuikov, comandante de una de las divisiones que participó en los combates en defensa de la ciudad situada a orillas del Volga.
Seguidamente Putin se acercó a hablar con el público que presenció el desfile militar, en el que participaron unos 1.500 soldados, algunos vestidos con uniformes de la contienda mundial, y se exhibió armamento pesado.
En julio de 1942 la ciudad que recibió su nombre del líder soviético, Iósif Stalin, estaba a punto de caer en manos de los alemanes, por lo que Moscú tuvo que movilizar a cientos de miles de reclutas sin experiencia en combate que apenas duraban en pie 24 horas bajo el infernal bombardeo alemán.
La ciudad de poco más de medio millón de habitantes prácticamente desapareció de la faz de la tierra debido a los bombardeos alemanes y en sus calles y en los alrededores perecieron más de dos millones de soldados soviéticos y alemanes.
El 2 de febrero 1943, una veintena de generales alemanes con el mariscal de campo Friedrich von Paulus a la cabeza se rindieron con sus tropas al Ejército soviético tras 200 días y noches de lucha sin cuartel a orillas del Volga.