CENTRO DE ESTUDIOS “DEMOCRACIA, INDEPENDENCIA Y SOBERANÍA”
CEDIS
EL FRACASO DEL GOLPE REACCIONARIO EN VENEZUELA CONFIRMA LA FUERZA DEL PROCESO BOLIVARIANO
Cuando los medios de comunicación anunciaron con bombos y platillos una “insurgencia cívico militar” en Caracas orientada a derribar al gobierno de Nicolás Maduro; mintieron descaradamente. No hubo ninguna insurgencia, ni tampoco una acción unida del pueblo y la Fuerza Armada contra el régimen popular venezolano. Fue una simple asonada manipulada por el Imperio, y publicitada por la “prensa grande” a su servicio.
Si las camarillas oligárquicas latinoamericanas le prestaron oídos, fue porque ella respondía a los intereses del Gran Capital y formaba parte de los truculentos planes guerreristas del Pentágono. En ese marco, los Cancilleres de los países de la región, nucleados en el “Grupo de Lima” volvieron a hacer un ostentoso ridículo.
En medio de la confusa propaganda reaccionaria, los propios medios de la derecha tuvieron que admitir el fracaso del supuesto “gobierno” de Guaidó que apenas pudo llamar la atención de algunos, el primer día de su “acción”. Finalmente, los “convocados” por los facciosos no superaron el centenar, como debieron reconocerlo el diario “El Comercio”,“Expreso” y hasta Radioprogramas del Perú, siempre al servicio de las peores causas.
La derecha internacional quedó desenmascarada y el gobierno de los Estados Unidos, que estuvo listo a cantar victoria, no tuvo más remedio que admitir el fracaso total de la maniobra de sus agentes en la Patria de Bolívar. El propio Presidente norteamericano se vio forzado a reconocer el hecho y no tuvo más camino que admitir su derrota. Al hacerlo, oriento su ira contras Cuba ajustando aún más el brutal bloqueo impuesto desde hace más de cinco décadas. La acción de la Ley Helms-Burton no hará sino unir más al pueblo de Cuba que rechazará firmemente las presiones yanquis, como ha ocurrido siempre.
Es bueno que la derecha continental sepa de una vez, que las acciones sediciosas y terroristas alentadas y aplicadas por los Estados Unidos contra Venezuela, no le habrán de servir de nada a los enemigos de los pueblos. El gobierno de Nicolás Maduro no será derrocado porque es fuerte, porque cuenta con el apoyo masivo de la población, porque está respaldado activamente por la Fuerza Armada Venezolana que tiene hoy una muy clara orientación patriótica y una acerada voluntad de lucha; y porque cuenta, adicionalmente, con la simpatía y el apoyo de muchos países –gobiernos y pueblos- que no están dispuestos a tolerar que Estados Unidos imponga su voluntad al mundo.
Hay que reforzar la solidaridad con la Venezuela bolivariana del mismo modo que hay que persistir en el respaldo a Cuba socialista y a la Nicaragua Sandinista. Esa es la tarea más definida que tenemos hoy día los peruanos en el plano continental. Será esa también una manera de derrotar la conducta genuflexa del gobierno de Martin Vizcarra que sigue usando su cancillería como el trapo sucio del Imperio en nuestra región.
LOS TRABAJADORES DEBEN RECUPERAR SU SITIAL EN NUESTRO PAIS
Las recientes movilizaciones de masas registradas en el Perú han generado la idea que, en efecto, los trabajadores están recuperando su sitial de combate en nuestro país. Luego de varios lustros de crisis, el movimiento sindical organizado, tras las banderas gloriosas de la CGTP, ha sido capaz de nuclear a amplios sectores de nuestro pueblo, en la marcha del pasado 3 de abril y en la movilización exitosa celebrada con motivo del 1 de Mayo.
Esto, es muy importante porque los trabajadores constituyen la columna vertebral de cualquier lucha que busque proyectarse en el escenario nacional. Los combates de las poblaciones originarias tienen una gran importancia, del mismo modo que la tienen las movilizaciones de campesinos, mujeres o estudiantes; pero los trabajadores son históricamente hablando, en el Perú y el mundo, la fuerza principal capaz de nuclear a todo el pueblo y diseñar acciones del más alto nivel para construir una sociedad mejor, más humana y más justa.
Para que esto sea posible, resulta indispensable forjar la unidad de los trabajadores construir sus organizaciones de clase, elevar la consistencia política de sus luchas y diseñar sus acciones solidarias con el resto del pueblo. En otras palabras –empleando las frases de Mariátegui- hay que forjar sentimiento y conciencia de clase en los más amplios sectores laborales de nuestro país.
Y esto se debe hacer en torno a una Plataforma de Lucha y un Programa que recoja las más sentidas demandas nacionales, aquellas que nos plantea la realidad de hoy y que nos enseña que el Imperialismo Norteamericano es el enemigo fundamental de todos los pueblos de la tierra -y también del nuestro-; y que la lucha por derrotarlo, forma parte de nuestra estrategia esencial. El Imperialismo nos impuso el “modelo” Neo Liberal, cimentándolo en la irrita Constitución Fujimorista del 93, que debe ser cambiada por otra que responda a los requerimientos esenciales del país y de la población.
Luchar por estos objetivos nos obliga a enfrentarnos a la clase dominante en su conjunto, sin dejar de percibir que nuestra fuerza debe administrarse con sabiduría, golpeando los eslabones más precisos de su cadena de dominación. La CONFIEP es el instrumento más activo y peligroso del empresariado, al que hay que enfrentar y denunciar. Ella cuenta con el apoyo de la “prensa grande” que cierra filas para proteger los privilegios de los poderosos.
El APRO-FUJIMORISMO, no obstante su debilitamiento reciente, sigue siendo el peligro principal en la actual coyuntura y su accionar, sobre todo a través del Congreso de la República, muestra claramente su siniestra potencialidad.
El Presidente Vizcarra y el Poder Ejecutivo en ese cuadro general, actúan con tibieza y lenidad. No se muestran dispuestos a enfrentar a la Mafia y tienden más bien a conciliar con ella y hasta capitular ante sus designios. Y eso ocurre porque se sienten atados a la misma política por las presiones del Imperio.
En este marco, hay que persistir en la tarea por la unidad política de las fuerzas interesadas en el cambio social. Un paso interesante que debe subrayarse es el acuerdo al que han llegado dos estructuras –Perú libertario y Más Democracia– que han resuelto sumar fuerzas. Próximamente tendrá lugar una cita en el Cusco, que continuará la línea señalada en eventos anteriores -Huancayo, Ate y Chiclayo. Y que buscará cimentar eslabones de trabajo en una tarea común. Insistir en esa voluntad, constituye tarea esencial (fin)
Lima, mayo 2019
Centro de Estudios Democracia, Independencia y Soberanía (CEDIS)
ResponderResponder a todosReenviar |