Hoy en día la clase política viene actuando tan igual como hace 19 años, en los sucesos de la embajada del Japón, a pesar que este hecho fue la última acción militar del MRTA, a pesar que hoy sus militantes y dirigentes han sostenido reiteradamente que el MRTA ya no existe y solicitan al Estado Peruano les dé la oportunidad para reinsertarse a la sociedad; sin embargo, tan igual que el 22 de abril del año 1997, aquella dictadura que jamás quiso una salida de paz como lo deseaba gran parte del país, hoy en día, rechaza rotundamente que los ex miembros del MRTA se reincorporen a la sociedad, imponiendo mecanismos “legales” para que nunca puedan salir de las prisiones.
Hoy día, vemos en los medios de comunicación celebrando y haciendo ostentación solamente a los comandos protagonistas de esta acción, que no era lo que esperaba el país ya que se estaba negociando internacionalmente una solución pacífica, por lo que, predominó la crueldad y sevicia de evitar que algún sobreviviente del MRTA también contara el verdadero relato de lo que sucedió en la embajada.
Lo cierto es que la dictadura no podía perdonar, que 14 hijos del pueblo, lo habían puesto en ridículo, que marcó el comienzo del desmoronamiento del régimen, sin embargo, creemos que la memoria colectiva no podrá ser borrada, que 14 hombres y mujeres del MRTA evitaron dar muerte y herir a alguno de los 800 rehenes durante los 4 meses, más aún, cuando muchos de ellos eran miembros de las FF.AA., policiales con deudas de sangre con el pueblo.
Pero, cuando hubo la retoma de la embajada, a pesar de intervenir comandos de élite, con la superioridad de diez a uno, 144 comandos contra 14 hombres y mujeres -todos ellos legítimos hijos de nuestro pueblo, estudiantes, obreros y campesinos- no tuvieron la capacidad de tomarlos prisioneros o heridos a ninguno de ellos, todos fueron exterminados; y, éstos, a pesar de saberse derrotados no reaccionaron en forma vengativa optando por matar a los rehenes indefensos, prefirieron morir.
No podemos celebrar y hacer alarde de muertes entre peruanos que insistieron en una salida de paz y negociación, a celebrar el aniquilamiento de 11 jóvenes peruanos campesinos de la Selva Central, 2 de ellas adolescentes, de Rolly Rojas cobrador de micros y estudiante, Eduardo Cruz poblador y dirigente de la margen izquierda y a Néstor Cerpa dirigente obrero: hermanos tupacamaristas que dieron su vida por la libertad de sus compañeros que venían siendo torturados en la prisiones del Perú.
A pesar de ello, los ex Tupacamaristas se reafirman en sus ideales de justicia, por lo medios democráticos y, una vez más, demandamos a que se deje el enfrentamiento entre peruanos y que se haga honor a este año llamado el de la “Reconciliación Nacional” y que no se excluya a los peruanos que participaron en el conflicto armado; además, demandamos a los políticos honestos que tengan la generosidad como la tiene el pueblo peruano de dar la oportunidad no sólo de reincorporar a ex tupacamarista a la sociedad sino a sus hogares. Todo ello, basado en la actitud de humildad, reconciliación y expresión del perdón a las víctimas del conflicto, dado por cada ex miembro del MRTA a diferencia de otros protagonistas del conflicto armado de nuestro país.
Alejando Huamani Contreras
Adolfo Trigoso Torres
Roli Rojas Fernandez
Victor Luber
Luis Caceres Taboada
Nestor Cerpa Cartolini
Ivan Meza Espiritu
Antonio Shingari
Salomon Victor Peceros Pedraza
Herma Luz Melendez Cueva
Bosco Honorato Salas Huaman
Luz Dina Villoslada Rodríguez
Eduardo Nicolas Cruz Sanchez.
¡PRESENTES!
(Víctor Polay Libertad. 22 abril 2018)