SE FUE UN IMPRESCINDIBLE: JORGE INSUNZA

Eduardo Contreras

Abogado

18/03/2019. Porque luchó toda la vida, como requería Bertold Brecht.

Así, de esa tenacidad, fue Jorge Insunza Becker que acaba de partir.

Le conocí a mediados de los años sesenta cuando él junto a Mireya Baltra fueron proclamados candidatos del Partido Comunista a diputados por la Circunscripción de Chillán, Bulnes y Yungay. Se hospedaba en nuestra casa en Chillán y por años conservamos aquel simpático muñeco, un Pepe Grillo, que fue su regalo para el nacimiento de mi hijo en 1964.

Las elecciones serían en 1965 y pese a que mi ingreso al PC databa sólo desde un par de años antes, fui nominado como encargado electoral de su campaña ; al igual que hacía Mireya, recorrimos juntos la zona reuniéndonos a la hora y en el lugar que fueran posibles con trabajadores de la ciudad y del campo, en este último caso ayudando a formar sindicatos campesinos en tiempos difíciles. Era la época del término del gobierno de la derecha que encabezaba Jorge Alessandri y en los comicios de 1964 había triunfado Eduardo Frei que anunciaba ya una Reforma Agraria que era obviamente resistida violentamente por los terratenientes de la zona.

Otra área de intenso trabajo fue el de los Sin Casa. Nuestros dos candidatos orientaron y ayudaron en diversas tomas de terrenos, particularmente en la ciudad de Chillán. Cabe recordar que más tarde, una vez conquistado el gobierno de Salvador Allende y la Unidad Popular, esas tomas de terrenos exitosas habrían de transformarse -como son hasta hoy- en hermosas villas urbanas con casas sólidas de concreto, amplias, con patios y antejardines.

En su diseño y materialización colaboraron otros dos grandes profesionales comunistas: Anita María Barrenechea y su esposo Miguel Lawner.

Eran tiempos de intenso debate político, el paso de un gobierno de derecha a uno de centro en que se consideraban algunas reformas, no siempre cumplidas, y que generaban contradicciones que llegaban hasta la violencia. Así sucedió en esa campaña, pero esa es otra historia.

Lo significativo de ese capítulo de la vida del Partido en esa zona, y de Jorge Insunza en lo específico, fue haber aportado de manera efectiva y concreta al desarrollo de las luchas de pobladores y campesinos y en su transcurso haber logrado además el fortalecimiento y crecimiento del Partido. Al punto que pocos años más tarde elegíamos regidores y alcaldes en esa región y finalmente, en 1973, un lugar en el Congreso.

No fue sólo en esa intensa jornada que conocí de cerca la capacidad creadora del compañero y amigo Jorge Insunza. Habríamos de encontrarnos en los 70 en diversas instancias del trabajo partidario, no sólo el parlamentario. De nuestras largas conversaciones recuerdo su fortaleza intelectual, su conocimiento de los clásicos del pensamiento revolucionario y su mirada profunda respecto del futuro de las luchas democráticas y revolucionarias en nuestro país. Solía recomendar textos, autores, artículos.

Conocí también a su familia y más de una vez estuvimos en la casa de sus padres. Una amistad en la que tomaron parte mis propios familiares a comienzos de los años setenta.

Luego de la tragedia del 73 – desatada en Chile por el gobierno norteamericano, los grandes empresarios nacionales en conexión con las corporaciones transnacionales, El Mercurio, las Fuerzas Armadas y la derecha chilena – pasó algún tiempo largo sin vernos. En todo caso, bien sabíamos de su aporte en el exterior y luego en la clandestinidad en el interior.

Terminada la dictadura habríamos de reencontrarnos. Primero por nuestra común amistad con la casa de la familia en donde transcurrió buena parte de su vida clandestina y luego en la práctica cotidiana del trabajo militante.

Jorge Insunza hizo aportes significativos no sólo en el plano de la lucha concreta sino también en el de la creación intelectual. En la búsqueda de caminos, en la solución de problemas contingentes. Por eso mismo es precisamente que nos hace y nos hará tanta falta su presencia y sus aportes en momentos tan contradictorios y complejos como los que hoy vive el movimiento popular en nuestro país y en nuestro continente.

El camarada, el amigo, el ingeniero, el dirigente que ha partido era un imprescindible.